Jorge Riesco, presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), ha expresado su profunda preocupación y descontento tras la aprobación de la venta del 10% de la mina Quebrada Blanca, ubicada en la Región de Tarapacá, a Codelco por 520 millones de dólares. La venta fue decidida por el directorio de la Empresa Nacional de Minería (Enami).
Riesco manifestó su sorpresa y molestia, afirmando que el proceso de la venta careció de la transparencia necesaria. «Nos hemos enterado de esta decisión a través de la prensa y comunicados de Codelco y Enami, sin haber recibido información previa ni detalles sobre la citación al directorio», sostuvo el dirigente gremial.
El presidente de Sonami destacó que habían expresado sus preocupaciones sobre la transacción en una carta dirigida al Presidente de la República el 17 de julio, pero no recibieron una respuesta concreta hasta el 29 de agosto, fecha en la que el Ministerio de Minería solo los invitó a una reunión que se llevará a cabo el 27 de septiembre.
Riesco criticó la falta de voluntad para analizar las objeciones planteadas, indicando que esto refleja una «total falta de transparencia» en el proceso. Agregó que la decisión de venta desmantela a Enami de su activo más significativo sin un plan estratégico claro para su futuro.
La compra permitirá a Codelco recibir dividendos preferentes, mantener su participación del 10% en futuros aumentos de capital y nombrar dos de los once directores en la sociedad. La producción atribuible a Codelco de esta mina se estima en un rango de entre 25.000 y 30.000 toneladas de cobre fino al año.
Máximo Pacheco, presidente del directorio de Codelco, defendió la operación señalando que la estrategia de la empresa se centra en asociaciones para fortalecer su posición en el mercado de cobre y litio, y destacó que mantener un activo de este valor en manos del Estado es positivo para el país.